lunes, 20 de marzo de 2017

Contracorriente - 2009


Director: Javier Fuentes-León

Acá les traigo una película que de seguro no conocen ni mucho menos han visto, pero que deberían hacerlo ya mismo porque es una pequeña y modesta maravilla. "Contracorriente" es la opera prima de Javier Fuentes-León y es una película que tuve el agrado y la fortuna de ver en el cable hace cinco o seis años. La quise ver de nuevo porque es una película preciosa y porque me di cuenta que no he visto ni comentado películas provenientes de los otros dos países vecinos, lo cual pretendo subsanar en estos pocos días, no teman.


En un apacible pueblo costero en Perú, dedicado a la pesca y de fuertes tradiciones, católicos hasta la médula y conservadores hasta morir, el protagonista, Miguel, es un amable pescador, activo miembro de la comunidad, casado y con un hijo en camino, que tiene una clandestina y tórrida aventura con un artista, fotógrafo y pintor, que pasa los veranos allá, alejado del resto de habitantes que lo miran con asco y desdén.
Sepan de inmediato que "Contracorriente" no es la típica película de temática gay sobre la intolerancia y la sistemática violencia hacia las minorías; hay intolerancia, claro, una intolerancia repugnante, pero Javier Fuentes-León acierta de lleno al rehuir el relato o la narrativa eminentemente social o "realista" y apostar por una apuesta, valga la redundancia, en donde prima un sutil pero poderoso elemento fantástico o realismo mágico, como se dice habitualmente. La verdad es que no sé si revelar la grandiosa vuelta de tuerca con que Fuentes-León aborda esta relación imposible, pero a todas luces es el fiel reflejo de una profunda y emocionante sensibilidad y de un discurso potente pero expresado de manera inteligente gracias a este giro, del cual surgen numerosas imágenes y metáforas realmente brillantes, como cuando Santiago, el artista, ubicado fuera de la casa en donde se refugian los dos amantes, llama al pescador para que lo acompañe: el protagonista sale del oscuro escondite a reunirse con su amante, al aire libre, en el sol, entre medio de los habitantes... Una escena/imagen bellísima y transparente en tanto el conflicto central de "Contracorriente", tal como señala su título, es el dilema al que se ve sometido el pescador, con una identidad partida en dos: por un lado, dedicarse a su tranquila vida familiar con una esposa e hijo a los que ama de forma genuina pero que representan esa mirada represiva y discriminadora (la misma esposa comete acciones bastante cuestionables, pienso yo), esa sociedad cerrada, y por otro lado, no temer más y aceptar su ambigua sexualidad, aceptarse tal cual es y de tal forma mostrarse a los demás, todo lo cual se halla simbolizado en Santiago, libre pero a la vez no libre, pero al menos no atado por rígidas convenciones sociales. Lo más importante de "Contracorriente" es que Fuentes-León prescinde del discurso aleccionador, del relato moralizante o de la prédica barata y vacía, pues en el fondo ésta, más que una historia de reivindicaciones, es una historia de amor y el director se centra en transmitir la emoción y la humanidad tras ella (y en cómo la comprensión de dicho sentimiento logra unir y quebrantar barreras), y lo logra con creces: para empezar, el trío principal está de lujo, con interpretaciones rebosantes de sentimientos a flor de piel otorgando complejidad y humanidad a estos personajes de carne y hueso que deben sufrir un calvario para encontrarse y aceptarse (o no) a sí mismos, y finalmente, la ejecución formal de Fuentes-León brilla por su poderío y honestidad dramática. Y lo mejor es que el director logra aunar perfectamente la cotidianidad del pueblo y de sus relaciones (el sentido del humor, la rutina de algunas conversaciones, etc.) y esta sensibilidad especial que borda cada fotograma, y si no me creen les dejo acá una discusión, entre los dos amantes, la mar de entretenida pero muy elocuente:

"...eres todo un macho, ¿no?" "Sí, macho ¿y qué?" "¿Y yo qué soy?" "... ..." "No sé quién chucha te crees que eres pero debiste ver tu cara cuando tiramos, cojudo" "¡Ándate a la mierda!" "Ándate a la mierda tú, ¡conchatumadre!"

Como sea, "Contracorriente" es una película preciosa, sincera y poderosamente coherente, muy bien escrita, dirigida e interpretada, y que ciertamente es valiente y arriesgada. Una maravilla, ya lo dije, tan devastadora como inspiradora. Disfrútenla y emociónense.

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