jueves, 16 de junio de 2016

The Brood - 1979


Director: David Cronenberg

Entre "Rabid" y "The Brood" David Cronenberg dirigió "Fast Company", una película de autos y carreras que parece una completa anomalía en su primera filmografía, pero que de todas formas debería ser vista, no sólo por un interés "completista" (¿es un término que se debe aplicar con desdén? A mí me parece un halago querer verlo todo), también porque el mismo Cronenberg ha señalado que él es fanático de los autos y que "Fast Company" tiene todo su afecto. ¿Cómo sería una película de un Cronenberg afectuoso y no sórdida y tenebrosamente reflexivo? Algún día lo sabremos (cuando encuentre la película en cuestión, miren que no ha sido tan fácil).


Un padre está nervioso porque su hija presenta moretones en la espalda y está seguro que la responsable es su esposa, internada en la clínica de un doctor o psicólogo especialista en psychoplasmics, técnica que es bastante contraproducente a decir verdad, y qué lo diga la familia involucrada. Es ira mal canalizada o algo así.


He recordado ese capítulo de "Los Simpsons" en el que Homero se enoja tanto que le comienzan a salir unos bultos en el cuello. Algo así es lo que sucede acá, sólo que los bultos son... bueno, ya lo verán. El tema este de la psychoplasmics es una especie de terapia que busca exteriorizar los sentimientos reprimidos enfrentándolos cara a cara, o más o menos, puesto que el paciente en realidad habla con Oliver Reed, el genio en cuestión, que interpreta al padre odiado o la madre ausente o la persona que cargue con la culpa de que el paciente esté tan mal y necesitado de terapias. La esposa del protagonista es probablemente la paciente más enferma o afectada, más incontrolable, y la ira que siente a todo cuanto le rodea se materializa en formas mucho más literales y explícitas que un simple bulto en el cuello. Ya lo verán por el final, en otro de esos momentos impactantes marca de la casa en que Cronenberg pervierte y hace lo que quiere con el cuerpo humano; cuerpo que es vehículo de la condición humana, como veíamos ayer, ¿y qué mejor que discutir la condición humana que con psicología y conflictos intrafamiliares? La hija en medio, el padre a un lado y la madre en el otro, o sea: la cordura versus la locura, o quizás la maldad contra, no sé, la prudencia (tampoco iría tan lejos para decir bondad con respecto al padre, pero el hombre se nota que es buena persona... al menos con los suyos). Mientras veía la película pensé "esto es un drama familiar con tintes paranormales", pero como ayer leí que Cronenberg dice no creer en nada sobrenatural, mejor reformulo la oración; por lo demás, el canadiense tiene razón: todo lo relacionado al cuerpo humano que él muestra es pura "realidad" (ficticia y todo, pero real dentro del universo en el sentido de que tiene un origen científico y racional, ¿o creen que es un castigo de dios?). En relación a lo psicológico y/o moral, pienso que los personajes están muy bien construidos y desarrollados, al igual que sus conflictos. No es que sean la mar de complejos e intrincados, pero dentro de sus parámetros algo clichés (el padre responsable, la madre loca, el doctor inescrupuloso) logran ahondar, justamente, en la condición humana de los mismos. Si los clichés hay que saber usarlos; no siempre son malos si sobre la base que constituyen se levanta algo convincente, y Cronenberg lo logra con creces, sobre todo si consideramos las cosas por las que hace pasar a sus personajes, y más aún, los pequeños enemigos que andan pululando por ahí. Puede parecer un despropósito en determinados aspectos (no según yo), pero en realidad todo lo que Cronenberg trata y explora es muy interesante.
Lo que sí debo reprochar es, nuevamente, la labor de Oliver Reed (tampoco me convenció en "Paranoiac"), un actor que me cae muy bien pero que lo encuentro tremendamente limitado por tics e histrionismos. La madre puede exagerar un poco, puede ser, aunque tampoco me molestó mucho dado que su personaje realmente está loco de remate. El padre lo hace bien, y el resto de secundarios también.
"The Brood" es otra notable, interesante y memorable película de David Cronenberg, que siempre se las arregla para ser recordado por una u otra cuestión (como digo, el tramo final es dulcemente violento y sangriento, y claro, muy asqueroso, quizás lo más asqueroso que he visto en una cinta cronenbergiana), aunque no me malentiendan: "The Brood" es buena como conjunto; no es que sea mediocre y un par de buenos momentos la salven. Tiene un gran uso del montaje, una fenomenal puesta en escena (la escena inicial es fenomenal, incluso con Reed en ella) y una intención de fondo arrolladora... ¡y además tiene esas escenas impactantes y cochinas! Qué mejor, digo yo, qué mejor...
Fin del comunicado.

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